Posted at 14:43h
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Artes
Hace un tiempo visité a la Suerte en su casa en Sangolquí. Mientras iba en camino, pensaba lo lejos que queda su estancia de Quito, al menos para mí, acostumbrada a vivir en esta ciudad toda la vida. Cuando llegué, cambió mi forma de ver esa lejanía. Realmente valía la pena. Todo ahí es magia...