09 Nov Conversaciones sobre la colaboración y la co-creación.
En Ecuador existen cientos de propuestas creativas que centran su potencial en colaborar. Una palabra tan amplia como compleja al momento de aplicarla a procesos que más allá de la creación, también conllevan relacionamiento de impacto social. En CASA KIKI reunimos algunas de las inquietudes que más se suelen generar al momento de crear colaborativamente y las compartimos junto a varias marcas y expertas: Orígenes , Sara Sisa , Conya, Natalia Cornejo, Kayamamas y varias expertas: Daniela Fuentes Moncada de Majadera:gestión cultural y Maggie Crespo, Gerente de Comunicación y Negocio Sostenible de República del Cacao . Aquí les dejamos algunas ideas importantes que nos ayudan a plantear conversaciones del impacto de crear en comunidad.
En el trabajo colaborativo, de creación, diseño y producción existen modelos más allá de lo comercial. No solo se trata del producto terminado; también de las relaciones humanas. “Es mejor cuestionarse qué dejamos” dice Gireth Ovando, cofundadora de Orígenes. Visibilizando que parte de los procesos creativos viene de la valoración del trabajo mutuo, adentrándonos y relacionándonos con las personas, no solo con sus habilidades. En donde los acuerdos y roles tienen contratos claros. Así se convierte en un proceso humano de ir hilando modelos de creación compartidos.
Sean asociaciones o comunidades ambas partes deberían reconocer el valor del aporte de la otra con propuestas que sumen a propósitos en común. Es decir que el beneficio es compartido.
Sin importar si tenemos una marca o somos usuarios tenemos un impacto. Entonces, ¿Qué buenas prácticas estamos teniendo? Las marcas y sus creadores contribuyen y lo hacen colaborando, reconociendo el propósito de las comunidades, aportando a las mismas de manera real. Más allá de la creación como tal. Por tanto, las soluciones deben venir desde las propuestas.
Existen diferentes maneras de trabajo que pueden variar la manera en la que se generan procesos. Por ejemplo existen modelos de inspiración, proveedor; cuando el artesano diseña, cuando se crea colectivamente, cuando se aplica un diseño… pero siempre el reconocimiento; así como desarrollar mejores condiciones laborales es vital.
En el proceso es complejo decir que realmente conocemos, respetamos y trabajamos bajo los aspectos culturales que atraviesan esas creaciones. Todas las marcas y expertas con las que conversamos coinciden en la importancia del diálogo, a partir de ahí se va descubriendo y proponiendo prácticas basadas en las particularidades de cada relación y cómo eso nos impacta a escala de marca, proyecto, ciudadanos, personas.
Ciertamente, la artesanía y los oficios están relacionados a tradiciones. Erica Simbaña del proyecto familiar de bordado Amaru piensa que “cuando uno borda cuenta historias sentándose en comunidad”. Tiene sentido porque es un proceso que se construye en conjunto.
Aprender a trabajar colaborativamente o tomar decisiones que como usuarios aporten a las personas, es un trabajo que se hace día a día. Compartiendo, cuestionándose y forjando relaciones tanto con las personas como con las cosas que adquirimos. Y qué mejor que generar relaciones amorosas y sanas con las personas y nuestras decisiones de compra.
Aprovechamos para agradecer a Natalia Cornejo, diseñadora de interiores que dentro de los cuestionamientos que tiene al momento de crear, nos propuso generar este espacio de conversación para crecer entre las experiencias de diversas marcas locales.
Texto Nicole Calderón
Edición More Cardona Játiva