30 Sep TRATAMIENTOS SUPERFICIALES
En nuestra nota sobre Materia Prima en Ecuador hablamos sobre la oferta de dos distribuidores textiles comerciales en el país, sus telas, fibras y la problemática presente en la industria. Desde entonces nos preguntamos ¿Qué están haciendo los diseñadores locales, en el campo del diseño textil, para generar alternativas responsables, comerciales y estéticas?
Conversamos con cuatro marcas que trabajan con tratamientos superficiales de textiles (cualquier proceso de carácter técnico, funcional y/o estético que se le atribuye a un género textil para darle un valor agregado). Hera, Suspiro, Tai Dai y Lanecia fueron las marcas que accedieron a nuestro conversatorio y pudimos conocer más de su trabajo.
Aunque la oferta de insumos textiles es evidente para muchos diseñadores, estas tres propuestas se caracterizan por crear productos y servicios que además de ser atractivos dentro del mundo de la moda, también están en la capacidad de proponer soluciones creativas. Además de evidenciar lo diverso que es el mundo de la moda al contar con producto terminado, producto de conocimiento académico y cultural; así como servicios personalizados de textiles.
Isabel Perez, es la diseñadora y fundadora de Hera Studio, una marca que trabaja con fibras naturales, textiles vintage y también le apuesta al tinturado textil a través de fuentes tintóreas naturales. Ella nos contó que, a pesar de haberse graduado de arquitecta, la moda siempre fue un pendiente donde quería incursionar, pero quería hacerlo de una forma consciente, respetuosa y que genere el menor impacto ambiental posible.
Tomó unos cuantos años pero así nació Hera Studio que tiene como pilares creativos: La naturaleza, cuidando la selección de materia prima natural, y la cromática, generada a través de la riqueza de los tintes naturales y composiciones estéticas. Entre las fibras naturales que más trabaja están el algodón, la lana y el lino a las que aplica tintes de fuentes naturales como cúrcuma, achiote, remolacha, aguacate, cochinilla, entre otros.
Aunque la intervención tintorea es una tendencia muy marcada este 2020, la realidad es que se trata de una práctica que ha estado presente en nuestras culturas y nacionalidades ancestrales. Verónica Buitrón, dueña y fundadora de Suspiro, una marca dedicada a la producción de accesorios como bolsos, carteras y mochilas; también ha investigado estos procesos, enfocándose en elementos locales creando así, el Manual de Tintes Naturales de la Sierra ecuatoriana.
Los pilares de Suspiro son el apoyo a los tejedores locales, el uso de fibras naturales y el comercio justo. Sin embargo, para Verónica trabajar estos ejes no solo implica el crear productos sino que también conocimiento y apreciación de los procesos. Después de percatarse de la poca información técnica para esta práctica, recopiló el paso a paso de los métodos de extracción y teñido natural para fibras de origen animal y vegetal a través de 50 recetas provenientes de 18 plantas y fuentes tintóreas diferentes, con materiales como achiote, café, té, cebolla, y más.
Otra de las marcas que trabaja bajo el pilar del comercio local y la sostenibilidad es Tai Dai, una marca dedicada al teñido de fibras 100% naturales. Daiana Tanner, fundadora de Tai Dai, nos cuenta que su gran curiosidad la llevó a poner en marcha este proyecto, que en un inicio era solo un medio para documentar y compartir sus creaciones, pero poco a poco la comunidad creció y empezó a ofertar sus productos. Tai Dai trabaja en colaboración de marcas como Sailor Coffee, quienes separan los desechos de sus platillos, como las pepas de aguacate, y con éstas, Daiana tiñe artesanalmente fibras textiles. Nos comenta también que otro de los recursos con los que logra sus coloridas creaciones, son los ‘desperdicios’ que compra en los mercados y plazas.
Por otra parte, Lanecia Prints, es un estudio dedicado al diseño textil y a los tratamientos superficiales. El servicio que ofertan se centra en el pattern design, especializándose en el estampado manual de textiles. Sus procesos también incluyen sublimación, serigrafía y estampación digital. Vanessa Muñoz, directora creativa de Lanecia, menciona que la idea de crear este estudio nace al percatarse de la limitación de oferta de textiles con diseño, ya que la mayoría de marcas textileras trabajan con patrones preestablecidos o los diseñadores compran la tela lista en los distribuidores, sin lograr un producto exclusivo desde el diseño textil.
Su cadena productiva nace de volver al origen. Sus procesos parten del trazo manual de cada motivo a estamparse. Para ello el trabajo conjunto con el diseñador es vital, generando textiles únicos para sus proyectos. Lanecia busca que cada diseñador y marca pueda expresar su identidad creativa desde el diseño textil, desde la personalización y así dejar de lado los monótonos textiles prefabricados.
Vanessa nos cuenta también, que se encuentra trabajando en un proyecto junto a Sara Holguín y Sofía Bacciquetto, llamado Bombyx. Se trata de una galería textil enfocada en la sostenibilidad. Los productos y servicios que pronto ofertarán son la distribución de textiles hechos de fibras 100% naturales (seda, algodón, lino, cáñamo), tinturado textil a través de recetas con tintes naturales de colores atemporales, diseño e ilustración textil manual, entre otras. Con esto, pretenden conseguir un verdadero intercambio artístico, una responsabilidad con el planeta, con el mundo creativo y sobre todo, como comunidad.
El diseño textil y los tratamientos superficiales han existido desde el origen mismo de las telas. Sin embargo, el interés de ciertas corporaciones en sobre producir ha hecho que se generen prácticas negativas para el medio ambiente. Marcas como Hera, Suspiro, Tai Dai y Lanecia fueron conscientes de esta problemática y a través de sus procesos sostenibles han logrado generar vínculos y una comunidad que día a día busca nuevas alternativas. El camino por recorrer es largo, pero la única manera de encontrar soluciones es mediante la educación, conociendo la problemática desde la raíz, generando una cultura de cambio, honesto y real.
Por Justin Carrillo Herrera.