03 Ene La comuna serigráfica, Lugares en Quito
No hay nada más bonito que comenzar el año pensando y hablando de comunidad… les explico por qué.
A este lugar llegue después de haberlo encontrado en varias personas. David Sur e Isadora Soroche me habían contado sobre este espacio en el hacían sus serigrafías y en el que compartían herramientas, conocimiento y exposiciones con otros artistas. Luego de un tiempo los vi en una exposición de serigrafías y otros productos en la feria navideña de la Carishina, los seguía en redes (link) hasta que finalmente llamé a David contándole que quería conocer y saber cómo funciona este lugar.
Algunos días después me encontré parada en la Plaza de San Marcos en el Centro Histórico de Quito junto a Pamela Golhagen uno de los miembros fundadores de la comuna quien me abrió las puertas y me introdujo al mundo de la Comuna Serigráfica.
Ella me contó cómo hace más de un año y medio se juntaron alrededor de 15 artistas con la necesidad de compartir un espacio para realizar serigrafía, recordó entre risas el primer taller que tuvieron en la Floresta gracias a la ayuda de Sergio Silva y cómo Pedro Calle también colaboró con la adecuación del taller. “Ahí fue donde se generó el material para nuestra primera exposición en la Casa Mutante”.
A los pocos meses surgió la posibilidad de abrir un estudio mejor adecuado en la Plaza San Marcos. Mientras Pamela nos daba un breve recorrido por el lugar donde se encuentra un cuarto obscuro, otro de revelado, de impresión y secado; nos comentó como todo lo que se encontraba ahí fue hecho y/o puesto por los miembros de la Comuna. “Todos pusimos algo y todos participamos en mingas; en general todos compartimos mucho…”
Al poco rato también se nos juntó a la conversación Christian Cáceres, otro de los miembros fundadores. Juntos me contaban que la Comuna surgió con la idea de poder generar y transmitir el oficio de la serigrafía brindando un espacio comunal en el que cualquier persona pueda hacer uso de los equipos e implementos básicos y necesarios para adentrarse en el oficio. Lo único que se debe realizar es el taller de introducción y escoger el tiempo que se desea contar con el espacio, ya sea uno, seis o doce meses; todos con un costo bastante asequible teniendo en cuenta que aquí también se cuenta con el material de impresión. “ Este no es un espacio en el que se ofrece servicio de estampado o algo por estilo, lo que realmente queremos es que este oficio pueda vivir en otras personas, que lo puedan conocer y enamorarse como nosotros de él” me decía Pamela.
Desde aquí se han realizado varias exposiciones y proyectos; algunos de ellos en colectivo como la Comuna Serigráfica y otros personales de cada miembro. El primero que realizaron fue muy con relación a su llegada al barrio de San Marcos. Juntos decidieron sortear varios sitios de comercio como zapaterías, carpinterías o verdulerías para visitarlas, presentarse como comuna y relacionarse con esas personas que dan vida a su barrio para finalmente representarlas en un esténcil.
Como resultado cada esténcil reproducido era distinto, cada uno tenía un error diferente al otro; pero sin duda cada uno cuenta un historia distinta del momento en el que fue hecho; por que aquí es posible recordar que errar es natural, es bello y también nos hace más humanos. No hay nada más bonito que compartir eso en comunidad.
Un agradecimiento especial a la compañía de Jaime Moreno de LTM photostudio quien realizó las fotografías de esta nota. Y una gran felicitación a la Comuna Serigráfica por su premio en los Fondos de Cultura de Ministerio de Cultura; sin duda les contaremos más en un futuro cercano.