02 Dic ¡A COMER!
TEXTO POR:
Ana Carolina Maldonado
Francisco González
Es un recetario ilustrado, publicado en 2019, que recoge varios platos típicos de los diferentes pueblos del Ecuador, acompañados de leyendas, coplas y juegos tradicionales. El libro sienta en la misma mesa, tradición y modernidad, oralidad y escritura, continuidad y cambio. Su lectura no solo nos invita a tomar en cuenta los ingredientes, cantidades y pasos necesarios para preparar estos deliciosos platos, sino que además nos hace un llamado a escuchar la voz de nuestros ancestros y encontrarnos con las bases de nuestra Identidad.
Para hacer realidad este maravilloso producto cultural se requirieron años de trabajo intenso y meticuloso que involucraron una gran cantidad de recursos, instituciones y personas. El proyecto empezó en el año 2013, cuando el chef Esteban Tapia, profesor del Colegio de Hospitalidad, Arte Culinario y Turismo de la Universidad San Francisco de Quito, USFQ. Se unió al personal del Ministerio de Cultura y Patrimonio para liderar una investigación que vinculó a 11 universidades públicas y privadas, con el fin de determinar los elementos que se debían tomar en cuenta para considerar a un producto o plato típico como Patrimonio Alimentario del Ecuador.
Para presentar los resultados finales de la investigación, Esteban consideró oportuno elaborar un producto comunicacional donde se recopilaran las principales recetas y productos de una manera sencilla, didáctica y artística. El libro se editó gracias a los fondos concursables obtenidos del Ministerio de Cultura y al aporte de la USFQ, y contó con la participación de los artistas gráficos Alice Bossut y Marco Chamorro, que aportaron con hermosos grabados para la ilustración del libro, y las escritoras Liset Lantigua y María Eugenia Delgado, que se encargaron de la redacción de los textos.
El resultado es un hermoso libro vital para la difusión y la conservación de la gastronomía tradicional ecuatoriana que nos demuestra que la alimentación es un eje transversal en el que confluyen las relaciones humanas para formar un tejido social que une y articula a los pueblos. Consta de 40 recetas con sus respectivas vinculaciones culturales con los pueblos indígenas y comunidades de la Sierra, Costa y Amazonía. El índice se presenta como el menú de un restaurante que ofrece entradas y viandas, sopas, platos fuertes, bebidas y postres. Entre los platos más representativos encontramos las humitas, el locro de queso, la tonga, el ceviche de concha, la fanesca, la chicha de yamor, el rosero quiteño y las cocadas.
El recetario invita al lector a aventurarse en la preparación de los platos, al mismo tiempo que conoce las historias y tradiciones vinculadas con el lugar de origen de los mismos. La mitología local nos transporta a esos parajes idílicos donde los sabores de la tierra son parte vital de la identidad de nuestro país, rico en belleza y diversidad. Al leerlo comprendemos que cuando un plato tradicional se deja de preparar, inevitablemente perdemos los productos que lo conforman, las técnicas de cocción tradicionales, los conocimientos ancestrales, y toda la cosmovisión que se generó alrededor de ese fogón familiar que nos ha congregado de generación en generación.