Palacio; moda como compromiso y visión de negocio.

Las boutiques de moda en

Ecuador han sido uno de los formatos de venta de indumentaria exclusiva más fuertes en la industria. Hace aproximadamente dos décadas ellas tenían una gran presencia en los centros comerciales, en su mayoría se trataban de emprendimientos locales. Con el paso del tiempo y los cambios en los comportamientos de consumo de los usuarios, ha hecho que solo las más fuertes se mantengan. Sin embargo, esto está lejos de significar su desaparición como modelo de negocio local.

 

 

Hace cerca de un año nació Palacio (link), una nueva boutique que representa a una nueva generación de mujeres que buscan exclusividad, diseño y calidad; no solo en el producto, pero en la experiencia que les brinda la marca también.

 

No es un mercado sencillo de satisfacer, pero no imposible gracias a la visión integral que Cristina Mena, su fundadora y mentalizadora, tiene sobre la industria. Además de haber crecido cerca del mundo de las boutiques gracias a un negocio familiar, ella cuenta con un particular bagaje académico y profesional. Ella estudió administración de empresas en el Istituto Maragoni (categorizado como uno de los mejores del mundo) además de haber ejercido en el área comercial de Calvin Klein, fue compradora en Dolce & Gabanna y trabajó para la plataforma Yoox hasta sentir el impulso de volver a Ecuador para aplicar toda su experiencia y conocimiento.

Mientras conversamos en uno de los sillones de su tienda, vimos pasar a chicas de distintas edades, algunas de ellas acompañadas de sus padres, otras buscando un vestido para un evento y otras que volvían al local para comprar ese vestido que se probaron el día anterior. A cada una de ellas Cristina saludaba atentamente, a pesar de ser un saludo que forma parte de la rutina de atención se lo sentía particularmente cercano, como si conociera a cada una de ellas hace tiempo.

Cristina tiene la visión de ver a Palacio como algo más allá de un negocio, para ella también es crear un estilo de vida que aprecie una buena atención, calidad de llevar una prenda que sabes que va a durar, te hará sentir especial, que formará parte de recuerdos y que además es exclusiva. “Yo sabía que Quito estaba necesitando una propuesta para una mujer empoderada y globalizada”.

En una mezcla de intuición y fuerte análisis comercial aprendido en su experiencia de retail, Cristina ha credo una oferta de 30 marcas americanas, europeas y australianas, además de joyas traídas de Colombia, Israel, Turquía, India y también de Ecuador con Saruka Rodriguez. Para ella el denominador común recae en la propuesta de prendas casuales y elegantes que se destacan por la calidad. “Vendemos a personas y nuestro compromiso con ellas es brindarles un producto que sea realmente bueno”. Así se consolida a Palacio como un espacio donde adquirir prendas de vestir como algo más que una simple compra; es un compromiso y un vínculo emocional con algo que ha sido cuidadosamente seleccionado para satisfacer necesidades manteniendo una estrategia de negocio. Un equilibrio complejo de lograr, para lo que ella destaca tres puntos importantes: ver la moda como algo emocionante, no olvidar que es un negocio y sobre todo amar hacer cada parte del proceso.