Nuestras prendas forman parte de nuestra relación con el mundo

¿QUÉ PASARÍA SI TODAS NUESTRAS PRENDAS SON NUESTRAS FAVORITAS?

Cuando amamos nuestras prendas las cuidamos, nos acompañan en nuestros momentos especiales y las mantenemos con cariño. Aquellas que compramos por impulso o modas pasajeras quedan guardadas en el closet, esperando a ser usadas, como si no tuviesen una utilidad. Somos siete billones de humanos en el mundo y se están produciendo más de 100 billones de prendas al año. No necesitamos un closet lleno de prendas que esperan a ser usadas, necesitamos amar las prendas que tenemos, cuidarlas, mantenerlas, darles una segunda vida.

El camino de la moda a la sostenibilidad necesita de marcas, personas, legislaciones… Todos y cada uno de ellos son cruciales. Sin embargo, hay algo que las antecede y de alguna manera, son la base del camino. Ese, es el poder de la transformación humana. 

Al conversar con Andy Santos, deportista, yogui, coach; sobre todo una persona conectada con el deporte y la naturaleza, es sencillo reconocer que el verdadero cambio reside en nuestras motivaciones. “Nuestros pensamientos y emociones, dan forma a nuestra realidad” dice ella; haciéndonos notar que todo empieza en la mente.

Es cierto que nuestras prendas de vestir son una extensión de nosotros mismos. También, es cierto, que representan el cómo nos relacionamos con el mundo. Cuando Andy habla de sus prendas de vestir, siente que ha hecho una selección consciente de tenerlas en su vida. Ya sea como una práctica y exploración personal al experimentar con looks que aporten a sus energías; masculinas o femeninas; o por la conexión que tiene con ellas. “Mis prendas favoritas, las que más amo, son las que me acompañan en mi práctica de yoga. Están presentes en momentos que son introspectivos, que se extienden conmigo, que me acompañan y forman parte de mi” dice Andy con una gran sonrisa. 

“Nuestros pensamientos y emociones, dan forma a nuestra realidad” -Andy Santos

Nuestras prendas, que tanto apreciamos y cuidamos forman parte de las decisiones que tomamos día a día y representan cómo invertimos nuestras energías. Andy, que ha pasado por un proceso de transformación de varios años. Experimentando herramientas de aprendizaje —físico y espiritual—, afirma que cada acto aporta a nuestras vidas y a nuestro planeta. Es algo que va más allá de lo estético y de cómo nos queremos proyectar; pues también involucra al plantea y el cómo queremos vincular con lo que nos rodea. Al igual como hacemos al hablar de comida y versus lo que realmente nos nutre y nos alimenta.

Cambiar nuestros hábitos, con y hacia la moda, requiere de re-aprendernos como personas. Cuestionar nuestras motivaciones, el por qué deseamos algo o incluso por qué algo nos hace sentir de determinada forma. Es en ese proceso donde nos encontramos y reconocemos que cada acto junto a su decisión, es aporte consciente a lo que deseamos sumar en nuestras vidas. Eso incluye nuestros pensamientos, nuestros alimentos, nuestras ropas…

La sustentabilidad no es un negocio, es un modo de vida. Son marcas, personas, legislaciones, organizaciones haciendo. Es la consciencia que nos lleva a reconocer que nuestros actos tienen la posibilidad de cambiar una y muchas más vidas; así como la naturaleza a la cual pertenecemos. 

Cuando le preguntamos a Andy sobre qué es lo que nos recomienda para iniciar a generar cambios de hábitos nos dejó con dos ideas clave: todo toma su tiempo y ese es el verdadero sentido de la vida lenta. Reconocer que los procesos son importantes y hay que respetarlos; así como hay que amarlos y apreciarlos. Pues el camino recién continúa.