04 May Historias conceptuales
Estoy feliz de haber logrado darme un tiempo para escribir la nota de esta semana. Kiki para mi también es una especie de terapia y algo que mantiene feliz, así que no podía dejarlo así de “abandonado” por mucho tiempo. Después de organizar algunas cosas supe que la nota que más tenía ganas de traerles es la Marín Cantos.
autoretrato
Conocerlo me ha dejado una visión positiva sobre la fotografía creativa de moda en Ecuador. Puede ser muy joven, pero tiene un estilo muy definido y cargado de mucha experiencia. Ha sido parte de varios proyectos personales y colaborativos, pero comencemos por el inicio.
En uno de mis días de investigación on line y algunas recomendaciones de amigos llegue a Martín por su cuenta de Instagram y naturalmente, lo busqué para conversar. No lo había conocido antes en persona, entonces, cuando bajó de su auto, me tomó unos cuantos segundos relacionar su imagen en frente mío, versus la imagen que tenía en mi cabeza sobre este personaje.
autoretrato
Es mucho más joven en la realidad. Nos acercamos y luego de saludar, la primera pregunta que salió de mi boca fue “¿Cuántos años tienes?”, a lo que el respondió “veinte”.
Por lo general no es muy común encontrar fotógrafos que tengan una conceptualización estética tan determinada y menos a esa edad, así que me fasciné y lo escuché hablar, sobre todo, de la fotografía como llegó a desarrollar su camino.
En un inicio todo comenzó con una cámara de video de su papá con la que filmada a sus amigos, a sus primos y a su perro beagle. Siempre con historias de aventuras. Con esa misma cámara de video realizó sus primeras fotografías. “Era la peor cámara, pero me sirvió mucho para comenzar desde niño”. Con ella realizó los primeros retratos e historias con muñecas que vestía su hermana. El resultado era muy bueno, hicieron una cuenta en Flickr y luego de un tiempo comenzó a participar en concursos temáticos, que lo ayudaron mucho a cómo desarrollar conceptos. Incluso ha llegado a hacer fotografías para la marca Bratz.
Con ese antecedente, entenderemos mejor por qué las fotografías de muñecas siempre está presentes en el trabajo de Martín. Sin embargo, su objetivo es que sus fotografías logren expresar mucho más. “La parte técnica, es lo que menos sabía, me he educado mucho por internet de manera empírica, pero lo que más me interesa es desarrollar conceptos”. Así de decidido, ha buscado en su creatividad conceptos fuertes y ha ido también encontrando su marca. Tiene una clara debilidad por la feminidad y hace un uso prolijo de los colores pasteles, con un sentido casi infantil.
Con un año de estudios en el IDEP de Barcelona, aprendió a relacionarse más con el manejo de personas en sus fotografías, practicó mucho y tuvo la oportunidad de trabajar con modelos profesionales. Así fue como de poco en poco desarrolló el personaje de Baby Blue, un personaje al que Martín lo define como “soy yo a través de mis modelos”.
Sentado en un sillón y con muchos movimientos de manos Martín me habló sobre Baby, Blue es una chica muy tímida y reservada, y su único amigo es un peluche decapitado. Cuando ella está sola es cuando siente que puede mostrar su verdadero ser y sentir, es por eso que en sus fotografías siempre está sola. Se muestra algo juguetona y muy fuerte a la vez. Un día conoce un pirata que la enamora, la engaña y la viola. “Hasta ahora, la historia está inconclusa, espero poder terminarla en un corto que estoy trabajando en la universidad”.
En este momento, estudia publicidad en la Universidad San Francisco de Quito, donde aprovecha sus proyectos estudiantiles para continuar desarrollando la personalidad de Baby Blue, y con ella, plantear un statement en temas de género.