En Ecuador los textiles son parte del sector de la manufactura,que representa el tercero más grande del país, según cifras oficiales, representando el 7% del PIB nacional. Lo que quiere decir que estas empresas mantienen y cumplen ciertos aspectos básicos de la ley ecuatoriana para funcionar.

Lorena Villarreal fundadora y propietaria  de Villardatexil, es una de esas empresas qué se dedica a la manufactura; funcionando bajo el formato de proveedor de servicios de confección. Es una de las proveedoras de la red nacional con la que trabaja De Prati.

Para poder funcionar tuvo que pasar procesos legislativos. Desde afiliar al seguro social, a cada una de las personas que se encuentran trabajando con ella, además de infraestructura segura, ambiente seguro, bioseguridad… Mientras que para poder ser parte del grupo de proveedores que De Prati ha creado por más de 16 años, tuvo que cumplir requisitos adicionales como; proceso de creación y diseño, calidad de confección, procesos ambientales en sus materiales e insumos, así como en el impacto de sus procesos: además de contar una con serie de capacitaciones en temas de producción, diseño, acondicionamiento y distribución de la mercadería.

“Crecemos y nos desarrollamos de muchas maneras al trabajar cumpliendo procesos” para Lorena, estos métodos de calidad y seguimiento, también le han ayudado a mantener un orden y estructura laboral basado en relaciones empáticas a escala humana y desarrollo a escala profesional; que se manifiesta en la calidad de sus prendas. Trabajar en conjunto con De Prati, también les ha permitido generar una red que contribuye al desarrollo y capacitación constante; en la que se perfeccionan marcas propias, líneas de productos responsables y se proponen nuevos estándares de calidad que benefician a todos en la cadena productiva.

“Aquí trabajamos un grupo de mujeres que somos trabajadoras, muchas de nosotras madres y nos apoyamos constantemente; no trabajamos con máquinas”. Por ello ha creado un sistema de producción que se basa en las capacidades humanas más que en las comerciales. (Ej. Se ponen metas y objetivos de la cantidad de prendas que se confeccionan, según el promedio general del equipo. En lugar de otorgar un número obligado…). Haciendo que prime más la calidad, que el esfuerzo… “El amor al trabajo, es hacerlo bien” dice Lorena.

La calidad está atravesada en la parte física de la prenda; el cuidado y normativas que se cumplen desde lo legislativo, pero también en el seguimiento y metas trazadas en lo ambiental y social desde los compromisos de la marca, en este caso De Prati. Sin olvidar que la calidad de lo local ha sido valorado internacionalmente con un boom de maquila de exportación, que duró hasta la dolarización, ya que nuestro precio dejó de ser comercial.  En la cultura del ecuatoriano las cosas están hechas para durar. “No creamos una calidad pasajera, eso es algo que vino de tendencias internacionales -dice Lorena- y lo que hacemos mejor es dar un servicio, producto y procesos de calidad”. Además de mantener un flujo de creación y diseño de productos que respondan de manera estética así como comercial.