21 Nov Funcionalidad, calidad y belleza. La formula de JJLEATHERSMITH
Jay Jay es un viajero de naturaleza. Ha recorrido diversos lugares de Europa, Australia, África, Caribe y Latinoamérica. Tiene cientos de historias, anécdotas duras de recordar y de las que le arrancan muchas sonrisas también.
“Mis viajes siempre fueron de bajo presupuesto”. Eso ha hecho de Jay una persona serena, paciente y enfocada en lo que desea hacer. “Soy de un pueblo pequeño de Canadá, ahí aprendí que el trabajo, en muchos casos, es el nombre de una persona”. Con esa mentalidad apostó por crear algo desde cero y con sus propias manos.
En unos de sus viajes con un presupuesto de 200 dólares y sin tener una certeza de su rumbo y destino, decidió invertir la mitad de su dinero en cuero.
Dibujó sus primeros diseños, utilizó el cuero que compró y algunos retazos en una maleta y cuadernos que vendió entre turistas que encontraba en el camino.
En su primer cuaderno, que todavía guarda y da uso con mucho cariño, se encuentran algunas de sus aventuras por distintos países, mientras que su maleta es una espacie de reliquia en su estudio ubicado en Otavalo en el que ahora se confeccionan las nuevas colecciones de JJLEATHERSMITH, su marca.
Al ver que sus productos funcionaban con el público y al sentir su habilidad innata para trabajar con la manos fue avanzando con su marca. Comenzó por darle un nombre, crear nuevos diseños y acompañarlos de una imagen muy vinculada con lo que él hace y desea proyectar.
Este es uno de los casos en los que compruebo que hacer una marca solo tiene muchos beneficios. Al ser el encargado de todo tiene una única curaduría y visión, nada esta fuera de contexto; todo termina aportando a la marca y al producto que ahora se construye en nuestro país; con manos e insumos ecuatorianos.
Al hablar de la imagen de su marca, es importante hacer una pausa, para detallar un poco más su fotografía que les recomiendo ver y seguir en Instagram @jjleathersmith. Van a ver que no les miento cuando digo que se tratan de imágenes muy bien cuidadas y relacionadas la una con la otra sin perder atractivo para el usuario ni la importancia al producto. No es casualidad. Jay tiene una cámara en sus manos desde los nueve años y pasó mucho tiempo de su infancia y adolescencia en un cuarto obscuro hecho por su hermano; ambos compartían la misma pasión que fue adquirida de su padre, también fotógrafo.
Es gracias a esta imagen y un producto de alta calidad que sus ventas más representativas se encuentran en internet. “Aquí, en las plazas y en las calles, es complejo vender productos como los míos”.
Jay está consciente de todos los aspectos de su oferta. Desde el precio del producto hasta cada detalle que se aplicó y se invirtió en el mismo. Para Jay todo esta muy claro y su formula de trabajo mucho más. “Es importante tener un equilibrio entre la calidad/durabilidad, lo bello y lo funcional. No se puede hacer algo solo pensando en lo estético, eso no dura”.
Nuevamente, el hacer una marca solo hizo de las suyas en el diseño. Nadie más que él, después de innumerables viajes y vida práctica, sabe la importancia de la funcionalidad y durabilidad. Su cuaderno de viajes lo acompaña desde hace varios años, ni se diga su mochila. “Cada vez que diseño algo, lo primero que me cuestiono es ¿qué le puedo quitar?”. Una desarrollo de producto que solo el puede crear a partir de su conocimiento, experiencias y factibilidad de materia prima.
Mismo conocimiento que está siendo adquirido por artesanos de Otavalo que trabajan con el en su taller, que poco a poco sigue creciendo de manera honesta y coherente y el motivo de su última campaña de crowdfounding que se encuentra vigente con este gran video que les dejamos aquí 😉
Por cierto, su taller es de los espacios más bonitos que he podido visitar. Cada espacio tiene impregnado algo de su visión y gusto. Y pasear con el por las calles de Otavalo es genial. Se siente su vida y su rutina, todos los vecinos ya lo conocen y se saludan mientras el camina por las calles. Es bueno saber que alguien con el talento y visión de Jay se ha quedado en nuestro país realizando un sueño, enseñando del oficio a artesanos locales y lo mejor de todo saber que su familia crece… pronto será papá junto a su pareja ecuatoriana, desde ya es un padre muy amoroso e ilusionado de conocer a su bebe.
