17 Ago De tatuajes y piercings, en la moda y en la sociedad
Por Isabel Pérez
De THE STYLE REPUBLIC
Los tatuajes son hermosos, son crudos; son declaraciones de protesta, política, belleza, religión, odio o amor. Se sabe de su existencia hace más de 5,000 años. Otzi era un Neolitico iceman encontrado en los Alpes en 1991 y estaba cubierto de 57 tatuajes; momias de 2 000 años de antigüedad encontradas en Egipto y Syria tenían tatuajes de monstruos y animales míticos.
Existieron largos periodos de represión y estigmatización hacia tatuajes en todo el mundo. Hoy en día se han convertido mainstream, 25% de americanos tienen tatuajes y 20% de franceses de entre 25 y 34 años tiene al menos un tatuaje. Son un accesorio más, los tatuajes de Marc Jacobs son simplemente lo que son: una pieza más de la moda; hoy en día tener un tatuaje es estar a la moda.
Los tatuajes y piercings tipifican un subgénero específico: rebeldía. Antes representaban ciertos grupos de la sociedad como: prisioneros, motociclistas, marineros. Más recientemente se han relacionado con grupos punk y metal; movimientos que van de la mano con la modificación del cuerpo. De ahí viene eso de que hacerte un piercing o un tatuaje es sacarle el dedo al establecimiento y que todavía puede parecer extraño en pueblos y ciudades menos progresistas.
En la moda, Balenciaga y sus aretes en la nariz de spring/summer 12, la joyería de cara de Givenchy, las marcas de moda rápida como Victoria Secret y Topshop venden tatuajes temporales. Definitivamente ya no son el estigma anti-social de antes. Algunos podrían decir que incluso se han convertido en un cliché hipster, que en lugar de ser algo que simboliza el ser único y diferente, representa ser parte del todo. Cuando alguien te dice que se hizo un tatuaje solo porque se ve “chévere” perjudica a todo el arte y a las personas que realmente se tatúan algo porque representa parte de ellos mismos. Así tatuajes podrían convertirse en marcas permanentes de ignorancia y mal gusto.
Varias culturas indígenas en Polynesia y Japón, por mencionar algunas, han desarrollado tatuajes tradicionales por cientos de años. Estos tienen significados culturales, usualmente con asociaciones espirituales y sociales. Por desgracia, se apropian de estos tatuajes porque se ven chévere. En estos casos no solo llegan a ser superficiales sino que también ignorantes e insensibles.
Hay que recalcar que los tatuajes no siempre son superficiales. A la hora de escoger algo que va adornar tu cuerpo para siempre, estás haciendo una elección individual que de cierta manera refleja cómo eres como persona. Lo que elijas para ponerte en el exterior dice algo acerca de quien eres en el interior. Aunque te hagas un tatuaje por “cool”, tu decisión de lo que es cool y no dice algo acerca de quien eres. Algunos utilizan su cuerpo como un medio de expresión e identidad.
«En una era de individualismo excesivo, nuestras marcas y modificaciones no son vistos como un signo de lo freak sino como una expresión de gusto personal,»
Christine Rosen, historiador cultural.
Los diseñadores de alta costura como Vika Gazinskaya y como el equipo detrás de Maison Martin Margiela han mostrando sus colecciones de otoño y verano respectivamente; ambas incluían estampados inspirados en tatuajes; en el caso de Gaziskaya, fueron pintados a mano; en Margiela, eran parches bordados a mano. En la moda sin duda están jugando un papel importante: en la primavera de 2016 el show de Givenchy los oídos de las modelos fueron incrustados con cristales y tachuelas, las caras cubiertas de joyas, perlas y franjas de encaje mientras que en Rodarte, las cejas las modelos fueron adornadas con muchos y pequeños aros.
Así que sí, tatuajes y piercings ya no son unicamente un símbolo de rebelión. Pero, un símbolo de propiedad y control sobre nuestros cuerpos, en una sociedad que sigue tratando de gobernar la imagen de nuestro cuerpo censurando los pezones, pelo en el cuerpo y períodos menstruales; los tatuajes y piercings siguen siendo radicales.
