A todos nos ha pasado que cuando halagamos la prenda o accesorio de alguien; y nos responden con un “tiene muchos años” nos sorprendemos del estado que tiene. Yo suelo pensar que esa persona es alguien que se preocupa en el compromiso de adquirir una prenda, alguien que busca hacer compras inteligentes en las que la calidad tiene más peso que la cantidad. Lo mejor de una compra inteligente es saber que alguien lo quiso hacer inteligente…; es como saber que el sentido común es el menos común de los sentidos.

El sentido más consciente cuando consumimos moda es el de la vista. “Con que se vea bonito, basta”. Eso hace que cuando se encuentra una marca que busca cubrir algo que vaya más allá de la estética es refrescante, y más, cuando es una #girlboss ecuatoriana la que está detrás de ella.

Karla Gallardo CEO y co-fundadora de Cuayana (link) , una marca que nació apostando a lo que muy pocos se atreven, la calidad. Al momento de enfrentarse a todo lo que implica crear una marca, ella junto a su socia Shilpa  Shah, decidieron evitar todos los costos de publicidad, para el invertir 100% de su capital en contar con un insumo y mano de obra de primera calidad, simpre bajo el lema “fewer, better, things”. Viajaron en búsqueda de proveedores que puedan certificar la calidad que buscaban. En el caso de Italia, por ejemplo, se encontraron con varios artesanos que han sobrevivido al cierre de fábricas y que continúan manteniendo su trabajo manual en cuero; lo mismo con el casimir en Escocia, los sombreros de paja toquilla de Ecuador…  “Si el producto era bueno sabíamos que no necesitaríamos publicidad, la voz se regaría”.  (link)

Lo crucial era cubrir un “hueco” en el mercado. Un segmento de personas que compran poco y tienen mucho. “Clientes graduados” como los llama Karla, personas comprometidas con el bien que adquieren, interesadas en su calidad, su diseño, su procedencia…

Se trata de un público dispuesto a invertir y tiene sus exigencias muy claras. Para responder a estas necesidades hay que ser claros, precisos y determinantes en la calidad del producto que se ofrece. Y es bajo esas demandas que Cuyana actualmente tiene entre su lista de clientes a Jessica Alba, Garance Dore, Kat Schneider, entre otros.

Algo que siempre acompaña a las marcas inteligentes es que les gusta actuar más allá de sus propios fines. En este caso Cuyana como parte de su filosofía de “fewer, better things” ha desarrollado un método en el que muchas personas hacen una limpieza de su armario. Desde sus oficinas centrales envían una bolsa de tela a las personas que, como un ejercicio de reconocer que muchas veces se compra mucho sin tener nada, se deshacen de esas prendas que no están siendo usadas; Cuyana se encarga de los gastos de envío, entrega todo a fundaciones asociadas y entrega un crédito que se puede aplicar en una compra en Cuyana. (link)

Después de haber podido conversar con Karla, conocer las motivaciones que la mueven y sobre todo el compromiso que tiene con sus productos y cliente, me pregunto: ¿Cuántas de las compras que he hecho son inteligentes?