Vivir con poco es un compromiso

 

Muchos relacionan tener un mejor consumo con un tema económico, sin embargo se trata más de un compromiso personal; al menos ese es uno de los aprendizajes que quedan después de visitar a Nicolás Viteri.

 

“Hace ocho meses el cuarto en el que vivía era mucho más grande que la casa en la que vivo hora” dice Nico Viteri, un arquitecto de 29 de edad que construyó con sus manos la casa de 12 metros cuadrados en la que habita.

 

La casa parásito, como ha sido bautizada al estar instalada en la terraza de otra vivienda; es un proyecto conocido en el medio arquitectónico, no solo por la particularidad de su diseño que además de adaptarse a su entorno plantea otros modos de vida dentro de la ciudad, sino que también por proyectar soluciones habitacionales con impacto urbanístico a pequeña escala.

Son formatos de vivienda y estilo de vida poco comunes, en una sociedad en el que el concepto de casa ha estado relacionado a la diversidad y abundancia de espacios. Sin embargo, es un formato nuevo, que responde a circunstancias sociales y urbanas contemporáneas  caracterizadas por el exceso de consumo.

 

“Disminuir mi espacio me ha hecho una persona más consciente de las cosas que tengo, tanto como las que hago”. Desde priorizar elementos que se adapten a necesidades funcionales, como sillas que permitan almacenar; hasta disminuir diversas pertenencias como libros o prendas de vestir. Nico, por ejemplo, no tiene más de 10 libros (los rota constantemente según los lee); y entre sus prendas de vestir cuenta que ocupa solo un par de zapatos. Además, describe que un espacio de estas características requiere de cierto mantenimiento que ha generado diversos rituales en su cotidianidad. “Es bonito vivir en una casa en la que tengo que interactuar con ella constantemente, realmente hace notar todo lo que haces y necesitas”.

 

 

Normalmente hay muchas acciones cotidianas de las que normalmente no nos percatamos o damos sentido, justamente porque son cotidianas. Sin embargo, desde aquí son más tangibles al tener que cuidar la limpieza del lugar frecuentemente. “Tener un espacio grande, me permitía tener más cosas y ser más desordenado también. Ahora pienso dos veces no lavar los platos en la noche si en la mañana debo usar el mismo lavabo para lavarme los dientes”.

 

 

Son pequeñas acciones rutinarias que bajo ciertas circunstancias hacen tangible el tiempo y espacio que invertimos, así como los significados y el aporte que tienen en nuestras vidas. “Mientras más consciencia que se tiene de nuestros hábitos más se crea un compromiso con lo escogemos para nosotros mismos”.

 

 

Vivir en una casa de estas características no es para todo el mundo, así como tampoco lo es vivir en una casa de grandes dimensiones. Sin embargo, todo termina reduciéndose a que, generar cambios  pequeños o grandes son un compromiso con nosotros mismos.