16 Oct UN LUGAR PARA HACER TU PROPIA ROPA
Esta nota es muy importante para mi ya que simboliza algunos cambios de vida que he tenido hace algunas semanas y que de alguna manera comienzan a extenderse a KIKI. Se tratan de algunos procesos (muchos de ellos todavía en marcha) que me han brindado la oportunidad de comenzar a ver y sentir cosas de otra manera.
Entre ellas la moda. Siempre he disfrutado mucho de leer y tratar de comprender la moda. Me he fascinado por su estética, sus tendencias, sus eventos, sus colores, sus texturas, su capacidad de ser una gran termómetro y manifestación social… Pero estas semanas me he dado la oportunidad de sentirla más personal que nunca. He identificado las prendas pasajeras que están en mi closet (de esas que se utilizan pocas veces y de las que ahora me avergüenzo profundamente por haber hecho una compra sin pensar) así como me he apropiado de las prendas a las que más cariño tengo, los sacos que me regaló mi hermana, las faldas de mi mama, las camisetas que siempre uso y los zapatos con los que más cómoda me siento.
Las prendas de vestir literalmente las llevamos sobre la piel, están en contacto con nosotros el 100% del tiempo y es por eso que creo que deben ser especiales y conectarnos con algo más allá de llevar la última tendencia. Es así que pensé en la manera más linda tanto estética como emocional de llevar sobre la piel algo que realmente nos represente, nos sintamos a gusto, sepamos al 100% su procedencia (¿se han puedo a pensar por todas las manos que pasa una prenda antes de llegar a una tienda?) y que nos llene. Así llegue a La Costura (LINK), un lugar donde se puede aprender hacer tu propia ropa en Quito.
Mi encuentro fue con Marisol de Otero, la fundadora y creadora de este espacio. Aunque nos habíamos conocido hace algunos años, esta fue la primera vez que conversamos a profundidad de su proyecto y visión detrás de él. Fue muy refrescante conversar con una persona tan decidida, práctica y gran ejecutora.
Ahora La Costura tiene dos sedes, una cerca de la República del Salvador y otra en la Tejedora en Cumbaya. Pero la primera vez que se abrió fue hace 10 años en el sector de la Floresta. Esta es una de las academias más profesionalizadas de Quito. Marisol es muy apasionada por la arquitectura detrás de una prenda (o el patronaje) y literalmente se preparó para ser profesora de patronaje en el Instituto Martí de Barcelona. Ahí obtuvo el mismo título que ella ofrece en La Costura gracias a la alianza estratégica que mantiene con el mismo instituto, eso quiere decir que una persona que estudie en La Costura obtiene un título avalado internacionalmente. (Más de lo que se puede pedir algunas universidades, miren nuestra investigación en universidades y academia de moda en Ecuador aquí) .
Entre sus alumnos se encuentran chicas y chicos de toda edad. Todos ellos bajo un sistema muy establecido. “Todo lo que enseño está en los libros” –dice Marisol–. El diploma se Corte y Confección se lo consigue en dos años de asistir a la academia, sin embargo y por cómo esta diseñado el sistema se puede iniciar clases en cada inicio de mes, ya que todo el proceso de enseñanza es extremadamente personalizado, lo que quiere decir que una clase no pasa de los 12 estudiantes.
“El estar aquí es casi una experiencia “piscomagnética” -dice Marisol- Es un mundo fascinante, el momento que te conectas con todo el proceso es muy sencillo relajarse y dejarse llevar… además es algo que nos permite dar mucho más valor, cuidado y consciencia sobre las prendas que usamos”.
AQUÍ UN REGALO DE LA COSTURA A NUESTROS LECTORES 😀