Un espacio para vivir y aprender de la imagen analógica

“Ven a ver esto, es magia… magia de 1930” fue lo primero que escuche decir a Sebastián Rodríguez al llegar a LAF (Laboratorio Abierto de Fotografía). Él sostenía una cámara antigua en sus manos, de esas que se podría ver en la esquina de una tienda de antigüedades cubierta de polvo, solo que esta vez estaba totalmente limpia y rodeada de las manos largas y espigadas de Sebas. En un recorrido por el laboratorio, cada detalle es evidencia de recuerdos y pasiones que han construido este lugar, incluso antes de que haya podido ser pensado. Comenzó la inquietud de y fascinación por la imagen y su herramienta a tener un laboratorio personal en el baño de casa y ahora, a ser un espacio abierto para cualquier persona que quiera aprender, relacionarse o vincularse con la fotografía análoga y sus procesos; sin la necesidad de tener conocimientos previos.

Después de hablar conocido este espacio estas son tres razones por las que se recomienda visitarlo y probar esta experiencia.

1.- PARA COMPARTIR Y CREAR EN COMUNIDAD

“Lo más bonito es que la gente sienta curiosidad y venga a experimentar. Todos aprendemos de todos” dice Pablo Secaira uno de los dos fundadores de LAF junto a Sebas.

Aquí siempre hay alguien dispuesto a enseñar y compartir experiencias, independiente de que toda la información crucial de pasos y manejos de equipos están señalizados de manera útil y amigable por todo el lugar. “Cada persona se va relacionando con el proceso de manera distinta y luego comienzan a experimentar en otras cosas” dice Sebas. Son dinámicas que con el tiempo forjan una comunidad que además de ensayar y probar distintos métodos constantemente, también documentan diversas miradas de lo que está pasando localmente.

Su cuenta de Instagram @lafecuador es una pequeña muestra de varios de los proyectos que se han gestado en este espacio.

 

2.- MUCHAS COSAS POR HACER Y APRENDER

Cuando se habla de un laboratorio abierto, realmente se trata de la posibilidad de poder probar y experimentar con todos los materiales y herramientas cada uno de los procesos para poder tener una fotografía en las manos, hasta el poder digitalizarla.

Entre los servicios y productos tienen: Rollos fotográficos, lentes, cámaras, filtros, correas, arreglos técnicos, revelado (con y sin tutoría), ampliación, digitalización… Además de eventos como el de este domingo 18 de venta y remate de distintos equipos y herramientas fotográficas.

3.- CONOCER A PABLO Y SEBAS

Conocer a Sebas y Pablo (al menos uno de ellos siempre está en el laboratorio) más allá de explicar los procesos y tecnicidades, se aprende de fotógrafos con varios años de experiencia con la particularidad de tener una pasión por lo analógico. Eso es lo que los ha definido en su trabajo profesional y estos proyectos que son hechos por y con amor a crear espacios que ellos hubiesen disfrutado tener en algún momento.

“Me acuerdo cuando mi padre llevó por primera vez una cámara. Fue a amor a primera vista”. El era solo un niño y desde entonces ya supo de su entusiasmo por la imagen. No solo se quedó con la idea de la imagen estática, sino que también experimenta constantemente en el cine y la animación. Él es de las personas que, si ve un rollo o film cinematográfico en la calle, lo recoge para poder revelarlo y quitarse la curiosidad de lo que tiene e incluso poder crear algo más a partir de eso. Sus ojos se emocionan y se iluminan con la idea de poco a poco implementar en LAF procesos cinematográficos.

Sebas, es un ingeniero en mecánica automotriz. Esa fue la carrera que estudió y ejecutó por algunos años de manera estable. Sin embargo, desde siempre él tuvo la oportunidad de tener una cámara en las manos y sabía que eso era lo que realmente lo apasionaba. Al dejar su trabajo, se compró su cámara profesional y viajó a la Patagonia donde estuvo conviviendo en la naturaleza por más de tres meses. Hoy por hoy su vínculo con la naturaleza y la fotografía lo hace uno de los fotógrafos, paisajista y montañista con una documentación privilegiada de los Andes.

Este es un espacio para aprender y relacionarse con el mundo de los procesos reconocer todo lo que implica que una imagen pueda ser física. Recordar y apreciar el tiempo y la transformación que, aunque sea magia pura también se trata de conexión.