el poder de crear

EL PODER DE CREAR

POR: ESTEFANÍA CARDONA
con el apoyo de MISTY.

Estamos rodeados de creaciones constantemente, sin embargo aunque forman parte de nuestra cotidianidad muy pocas veces reconocemos el impacto que tienen en la vida de otras personas. 

Hace poco, en el contexto del día de la madre, MISTY nos preguntó sobre el poder de crear y en realidad notamos el poder de la creación. Al reconocer que a través ella muchas madres han encontrado en emprender una alternativa para equilibrar su vida familiar con la laboral, para enfrentar la falta de empleo o incluso como un espacio para la resiliencia personal. 

La creación es algo que va más allá del poder biológico o creativo, también está la necesidad, la motivación, la determinación en la que muchas madres han sido cabeza de hogar, además de independizar su economía y mantener sus ingresos. En Ecuador según el Global Entrepreneurship Monitor el 50% de negocios en etapas nacientes son de mujeres, pero más del 20% no logra pasar de los tres años. 

Aunque no todas logran pasar de la etapa inicial, muchas de ellas también construyen vínculos comunitarios que van más allá de la creación, construyen círculos de apoyo, escucha y contención. Ese es el caso de las asociaciones. Grupos de mujeres de comunidades rurales, urbanas, culturales, artesanales… que entre ellas comparten su interés por emprender a través de sus habilidades; pero también intercambian espacios de crianza, conversación, desahogo…

Cuando hablamos del poder creativo es crucial reconocer que más allá de celebrar la creación natural también debemos analizar el impacto que esto tiene en la vida de las mujeres, madres y sociedad. Teniendo en cuenta que la creatividad siempre ha sido fundamental para nuestra cultura e identidad, así como su impacto económico y su capacidad de generar empleos. Según cifras oficiales del Banco Interamericano de Desarrollo en los últimos 10 años las economías culturales y creativas representan el 2,2% del PIB y generan 1,9 millones de empleos a nivel América Latina y el Caribe. 

Confiar, consumir y potenciar estas economías a las que tantas madres pertenecen va mucho más allá que “ayudarlas”. Se continúa necesitando de instancias legislativas, culturales y académicas que la faciliten sobrepasar obstáculos productivos o financieros, tomando decisiones que también sean creativas. 

El poder de la creación es implícito y así mismo es usado hasta perder en cierto punto el significado que puede tener. Podemos rodear nuestra vida de creaciones sin notar que han cambiado la vida de las personas que están detrás de ellas, sin reconocer que están extendiendo y expresando nuestra identidad, así como sostener la sensibilidad de crear con emoción. La creación además de hacernos humanos, crea posibilidades colectivas.