03 Ago David Holguin, un skater para toda la vida

Llegar a casa de David Holguin es sentir un ambiente familiar a primera estancia. Mientras toda la familia se alistaba para dar inicio a la semana él y yo nos sentamos a conversar con taza de café en mano mientras su hijo nos acompañaba jugando y viendo con sus enormes ojos claros todo lo que su papá hacía.

David es de los skaters con más experiencia y de los más activistas. Siempre en constante movimiento para generar nuevos espacios para difundir y promover la cultura skate a escala nacional, ha producido varios videos, marcas, eventos…

Su idea es poder dar a conocer el skate y motivar a otros, como sintió de pequeño cuando por el gusto de su primo y su hermano pudo visitar las primeras pistas en Guayaquil. Recuerda muy bien las ganas, de locura juvenil, por tener su primera patineta, la cual llegó cuando viajó para vivir en Estados Unidos junto a toda su familia.

Ahí su patineta se sumo a un universo distinto, pudo conocer mucho más sobre la cultura urbana del skate: lugares, música, conciertos, marcas, revistas especializadas y muchas cosas más que en ese entonces, desde Ecuador, era muy complicado tener acceso. A medida que recuerda estos viajes es impresionante como surgen momentos muy vívidos como cuando vió a  un conocido recibir auspicios, regalos o verlo realizar videos. Son cosas que marcan mucho y que también impulsan a proponerse ciertas metas y sueños.

Pero todo tuvo un break point cuando por el trabajo de su padre junto a toda su familia se mudó a Londres. “Yo creo que ahí fue cuando vi y viví la profesionalización del deporte en su máxima potencia”. Junto con su hermano, con mucha curiosidad, alegría, muy cancheros y con cierta ingenuidad no tardaron mucho en encontrar los spots de skate y hacer amigos de la escena, entre ellos varios profesionales hasta el día de hoy. Desde aquí se involucró más en las producciones de videos, recibió su primer auspicio de una marca de ruedas, vivió de primera mano el lifestyle del skate londinense, y eso lo marcó en su regreso a Ecuador.

Aquí ya conocía a muchos de los que estaban envueltos en el skate. “No éramos muchos, pero lo mismo que hacía allá, lo quería hacer acá”. No era tan sencillo, hace 20 años, todo era más orgánico. La gente se conocía muy de a poquito, recuerda las primeras crestas que vio en el parque de skate de La Carolina, las primeras bandas que surgían entre ellas mama vudú, los conciertos que iniciaban a gestionarse cada vez más y nuevos espacios.

Con todo esto llegó el momento de hacer su primer video de skate. “Tenía varios cassettes que grabé en Quito y Guayaquil, realicé una primera selección de las tomas que más funcionaban y un amigo, también skater, me ayudó en la edición”. El resultado el primer AREA593, un VHS con 50 copias y un lanzamiento en una tienda skater de Guayaquil con unos 20 o 30 asistentes.

Para el tercer volumen él ya se había sentado para acompañar el proceso de edición varias veces y por varias horas, así que en esa ocasión realizó su primera edición. Desde entonces no ha dejado de buscar nuevos espacios, motivar el deporte y también a marcas que lo puedan apoyar. Así ha creado sus propias marcas como Vidasur, ha realizado micro documentales como La culpa es mía y ahora trabaja con Dale! Su marca de productos y su equipo de skate con quienes realizó su último video, que también es el primer video nacional de skateboarding luego de cinco años de ausencia de producciones. Su lanzamiento fue el pasado sábado en el cine ochoymedio y próximamente lo presentará en Lima, Barcelona y Panamá con el objetivo de promocionar el skate ecuatoriano y sus representantes.

“Lo importante es no dejar de hacer cosas, así como nunca se deja de ser skater, una vez que lo eres no lo dejas de ser nunca”.