Warmi Pachakutik, desde el espíritu de nuestras warmis. 

Warmi Pachakutik, estrenada en el año 2019, es un filme dirigido por la cineasta Kichwa-Zapoteca Frida Muenala. Además, este documental cuenta con la participación en festivales tales como May Sumak Muestra de Cine Quichwa, Nueva York 2019 y el Festival de Málaga, en España. Esta cinta cuenta con la participación especial de cuatro mujeres indígenas quienes a través de esta narrativa artística tejen respuestas y nuevas preguntas a la complejidad de las identidades que llevan consigo. 

Este documental relata la construcción del tiempo, espacio e identidad de Mariela Condo, Dina Farinango, Hilda Males y Sisa Burga; como mujeres, emprendedoras, creadoras y Kichwa aportando a sus comunidades desde distintas aristas. Esta cinta demuestra la diversidad de las mujeres indígenas lejos de los estereotipos que se han construido alrededor de estas identidades. Cada una, reclama su espacio por medio del arte y el activismo que tejen con sus propias vidas. El filme inicia de manera poética con simbolismos que describen la fortaleza de la energía femenina vista desde la perspectiva del mundo andino. De la misma manera, las escenas posteriores muestran distintos espacios temporales y territoriales, además de canciones que hacen honor a la lucha de los pueblos originarios dentro y fuera del territorio. Esta cinta enfatiza el rol de la mujer indígena en la construcción de nuevas realidades y oportunidades gracias al pasado, por el presente y para el futuro. Así, Warmi Pachakutik nos recuerda que el Tiempo de Mujeres nunca muere, sino que está para volver una y otra vez. 

Al ser mi persona una mujer Kichwa-Otavalo, este filme causó en mí, innumerables sensaciones. Cada elemento encajaba en el propósito de tejer la historia de muchas de nosotras, desde canciones que forman parte de nuestra memoria colectiva, hasta experiencias y cuestionamientos compartidos. La representación de la diversidad es un aspecto importante que este filme logra capturar. Los espacios que cada warmi ocupa no se limitan a lo físico, sino que se extiende a lo temporal y a la herencia que dejan para quienes continuamos existiendo. Sin duda, este documental es el inicio de las muchas historias por contar de nuestras mujeres fuera y dentro de territorio. Por ello, observo a este trabajo como una invitación para aprender de nuestras relaciones, cuestionar sobre la diversidad que nos han enseñado, incorporar nuevos diálogos a nuestra comprensión del mundo y vernos desde perspectivas más complejas. Cada escena aborda la identidad de nuestras mujeres kichwas de forma circular, de manera que las luchas de nuestras antepasadas se conectan con las vivencias del presente. Sin duda, fue sanador ver a estas mujeres honrar y tejer lo ancestral-atemporal desde sus espacios de creación. 

Somos el resultado de las luchas y alegrías de nuestras ancestras. Por lo tanto, nuestra pertenencia a la cultura no es definida únicamente por la territorialidad, sino por las semillas que ellas plantaron en nosotras. Warmi Pachakutik cierra con una imagen de Mama Cotacachi, la apu que representa la fuerza y el tiempo eterno de nuestras warmis.

Por Sara Fuentes.

Warmi Pachakutik’ es el primer largometraje ecuatoriano que estrena en #FestivalEQUIS