Evento: Kevin Johansen + The Nada
Día: 01 de junio de 2017
Dónde: Carmine
Fotografía: Edgar Dávila Soto (link)

El concierto de Kevin Johansen dejó una explosión de folclor y emoción en Quito. Incluso antes de que el  concierto comenzará en todo el público ya se sentía ese contagio de buena onda y  cariño que solo Kevin Johansen es capaz de proyectar. Desde todo el movimiento que había en redes sociales hasta el  día del concierto el público no dejó de apreciar una cercanía especial con él, que siempre está abierto a un cruce de miradas, una sonrisa honesta y algunas palabras para conversar.

Desde backstage del concierto se escuchaban las canciones de Ricardo Pita. Mientras en el fondo se escuchaba «la vida es buena» en los camerinos se veía a Kevin interactuar con las personas. Él movía las sillas, invitaba a todos a sentarse, les pedía tomar una cerveza y entre algunas cosas decía que «lo más interesante de todo es la presencia de El Zurdo, no la mía». Mientras que en una banca se veía al baterista argentino Enrique Roizner (El Zurdo) de 77 años de edad fumar en su pipa, a la vez que no podía evitar sonreír un poco, como si no estuviese escuchando. Kevin habló de algunos de los recuerdos más importantes que tenía del «Zurdo», algunos de ellos los habían compartido juntos y otros eran los que Kevin tenía de él, como un ídolo que no ha perdido su esencia y que ahora comparten escenario juntos.

La esencia es todo para Kevin, aunque no se conversó de eso puntualmente, es algo casi palpable. Desde el backstage se sentía como él es una persona más de conversaciones que de entrevistas, así como de risas y anécdotas más que de preguntas… es obvio que el escogió el trabajo que más quería; el de cantar. Pero el éxito, los viajes y el ajetreo no han borrado su  gusto por disfrutarlo, por compartir y por hacer de esto un viaje de emociones y sensaciones que comunica abiertamente con su sonrisa y amabilidad hacia otros que calificamos como completos desconocidos y que a pasar de eso lograba generar una cercanía única y emocionante.

Minutos antes de salir al escenario Kevin recordaba sus visitas a Quito. «La vez del Latitud Cero o cuando estuvimos en la Plaza de Teatro…. ya han pasado algunos años, veamos que tal va hoy…» poco a poco cada uno de los integrantes de The Nada fueron parándose y tomando sus instrumentos, El Zurdo guardó su pipa y su gran chaqueta roja mientras hablaba de su sorpresa por el frío de Quito. A Kevin se lo veía caminar de un lado a otro mientras  preparaba su voz y su indumentaria, lo hacía en silencio para no perturbar a quienes se habían quedado conversando. Y así mismo, de ha poco, cada uno de los que estábamos ahí fuimos saliendo con todas las expectativas de lo que se vería en el concierto.

Mientras más nos acercábamos a la puerta,  nos encontrábamos con personas a la expectativa de cruzarse con Kevin para darle un abrazo y/o tomarse una foto… todos estaban emocionados por tenerlo de vuelta en Quito, hasta que de pronto se apagaron las luces y la misma sonrisa que nos recibió hace unos minutos en backstage volvió a verse. Igual de honesta, igual de natural, igual de real.

Kevin es un tipo que aunque su vida está en los escenarios la realidad es que él lleva su  realidad a los escenarios, comparte sus risas y sus anécdotas. Es un tipo divertido, que juega con los ritmos que encuentra en viajes y los recuerdos de niño, a las palabras de doble sentido y darle un sentido muy suyo a la vida. Uno que lo permita unir a las personas, que invite a sentir y darle significado a las pequeñas cosas para simplemente vivir, conectarse con la esencia de uno mismo para recordarnos cuando parecemos ser felices…