16 Mar Emilia Lloret, Más allá de una foto bonita.
“Aprendí que lo más importante no son la fotos sino la investigación y el cómo nos vinculábamos con eso”. Esa es la frase que queda impregnada después de conversar con Emilia Lloret, la fotógrafa documental ecuatoriana, mencionada por el New York Times como una mujer referente de la fotografía documental a escala mundial.
Su trabajo se caracteriza por su acercamiento y relación con el entorno. Un ejemplo de esto fue su primer proyecto en el 2011 que aunque no tenía muchos conocimientos sobre fotografía, convivió en una comunidad pequeña al norte de la India junto a un grupo de estudiantes de arte de Singapur para documentar el trabajo que ellos hacían en la comunidad brindando talleres de trabajo artesanal sobre papel. “Fue ahí cuando supe que quería hacer esto el resto de mi vida”, dice Emi.
En el 2013 ganó una beca de excelencia para estudiar fotografía en la Universidad de Artes de Londres. En su regreso en el 2014 pudo iniciar su propio proyecto gracias a un premio de su universidad y el Banco Alemán. Un financiamiento que logró gracias a su investigación de tesis sobre la perdida del conocimiento ancestral en las nuevas generaciones de Santo Domingo de los Tsáchilas.
Es la visión de buscar que la fotografía sea una herramienta participativa en el dialogo de la sociedad que desarrolló una serie de retratos sobre lo que significa la palabra “orgullo” a diferentes activistas, conocidos, amigos y extraños de la comunidad LGBTI en Boston. Es de esta serie la fotografía que fue publicada en el New York Times (link).
La fotografía no solo tiene un significado en la imagen como tal. En el caso de Emi, por ejemplo, también representa el ser parte de un nuevo momento de fotógrafas documentales, algo que hace algunas décadas atrás era casi impensable para una mujer; así como también representa una nueva mirada a la fotografía documental a escala mundial.
Las fotografías que consumimos son producidas en un 65% en occidente y en un 85% por fotógrafos hombres de los países más ricos de Europa y Estados Unidos, eso quiere decir que consumimos una visión sesgada. Emi es parte de una nueva comunidad de fotógrafos documentalistas latinos y africanos con la misión de generar una mirada propia de la realidad que hasta ahora había sido retratada con dolor y sufrimiento, en la mayoría de los casos.
Este movimiento de fotógrafos surge a partir de una residencia organizada por el World Press Photo junto a 15 fotógrafos documentalistas latinos; aquí conoció a Laura Beltrán fundadora de Native. Una agencia que difunde el trabajo de esta generación de fotógrafos de Latinoamérica y África que además son precursores de eventos y talleres como es el caso de lo que Emi ha logrado para este 17 y 18 de marzo con el primer festival de fotografía documental enfocado a historias y fotógrafos de Latinoamérica y que además incluye talleres gratuitos junto a Laura Beltrán. Toda la información del evento en este link.
El trabajo de Emi se caracteriza por el acercamiento y su relación con el entorno y eso no solo se refiere a la foto como imagen, pero también a lo que esta representa y los espacios que genera; esa es su relación…