22 Jun Ánima Invita… cuando el alma habla  

Hay veces que me encuentro en ciertos lugares sin comprender muy bien cómo llegué. Como si no pudiera entender cómo estos espacios existen tan cerca de la ciudad sin que los hayamos notado antes, como un tesoro listo para ser encontrado.

Esa es la sensación que se tiene al conocer Ánima Invita (link). Un espacio donde el escucharse a uno mismo deja de ser algo que se quisiera hacer y comienza a ser una realidad tal cual se lo propusieron Bárbara Van den Braber y Celina Rodriguez hace más de un año en una casa de Lumbisí.

Cuando se escucha a Celi hablar sobre sus luchas internas al tener un trabajo estable como abogada de petrolera desde Argentina, con todo lo que eso conllevaba, sin sentir que la llenaba del todo, es imposible no sentir una empatía y admiración por haberse entregado a ese sentimiento como un motor que la llevó a algo más… algo que la haga sentir viva a plenitud.

Celi junto a Bárbara se enfocaron al 100% a lo que ya venían investigando y capacitándose. El llevar una alimentación sana, hacer yoga y meditar como algo que les permita encontrar ese equilibrio desde dentro para luego llenar con toda esa fuerza el espacio que hoy por hoy invita a todos a darse un tiempo para escucharse, respirar y conectarse con uno mismo.

Aunque Ánima siempre está en movimiento con sus clases de yoga (de varios niveles y bases), sus meditaciones de luna llena, masajes y su cocina libre de gluten y vegetariana… Celi dice que Ánima Invita es un lugar en constante construcción, por que siempre hay muchos planes e ideas por hacerse. Entre esas el hacer de este espacio un lugar de co working holístico, realizar eventos como cine al aire libre en verano, tarde de dj’s y cenas bajo pedido, entre otros.

Y es cierto eso de que Ánima no deja de moverse. Mientras conversábamos con Celi y Bárbara era muy sencillo dejarse enamorar por la paz que se sentía, una quietud única en la que ver un gato moverse entre los árboles del jardín te hace sentir protagonista de tu propia película, hasta que de pronto llegan una especie de patacones de maduro con higo y menta; mientras por ahí llega Indian, una de las perritas de la casa, para que le lances la pelota.

Aquí todo lo que pasa te hace sentir un poco más vivo y equilibrado. Al final Ánima Invita significa: “Tu alma te invita a….” Porque eso es lo que Bárbara y Celi representan: una oportunidad para que el alma hable e invite al cuerpo a sentir de una manera distinta. Algo así como lo que sucede en las meditaciones de luna llena, en las que con la voz de Celi como guía se siente cómo podemos ser capaces de encontrar un centro y un equilibrio dentro de nosotros en lo que todo lo físico y externo desaparece. Un momento de quietud en la que el alma encuentra un medio para sentir y hablar para tener una isla de paz… una isla que existe solo para que el alma pueda invitar.