23 Mar La inspiración de Ciboney
Whilk and Misky, Corinne Bailey y Devendra Banhart. Ciboney Salgado me dio uno de los mejores soundtracks que he podido tener en una entrevista. Conversamos hasta agotarnos de su pasión por el arte, hicimos un extenso análisis de Game Of Thrones —nuestra serie favorita—, fumamos algunos cigarros entre varias copas de vino.
Con Cibo, puedes pasar horas y nunca quedarte sin temas de conversación, ella siempre conoce de alguna referencia de cine, fotografía, arte o moda; toda su vida se ha sentido atraída por cualquier tipo de expresión. Recuerda que desde pequeña sus padres siempre la rodearon de arte. Por un lado, su madre, inspirada en sus hermanos dedicados a la pintura, la inscribió en clases de arte y, por otro, su padre despertó en ella su pasión por la música.
“El problema es que a mí me gusta todo”, me decía entre risas cuando le preguntaba sobre sus actividades favoritas. Y aunque las dos concretamos que eso no es necesariamente un problema, la verdad es que Cibo se ha involucrado en diversas ramas creativas que van desde la arquitectura —la carrera en la que se encuentra realizando su tesis—; la moda, que la vive día a día; el cine, como ferviente seguidora de Tarantino, Iñarritu, Kubrick y Lynch, además de la fotografía con la que trabaja en varios proyectos.
La fotografía está siempre presente en su vida. Siente que ese es uno de sus vínculos más fuertes con su hermano menor ‘Fabi’. Siente que él ha sido una de las personas que más han influenciado en su vida. “Cachas que desde guagua él entró a estudiar fotografía, sabe tocar charango, saxo, armónica, guitarra, piano… con el he aprendido mucho”. La relación con su familia, conocer y asimilar sus raíces es crucial para su día a día, en todas sus actividades.
Alinalogía, su blog, es el espacio donde ha logrado converger las raíces de la fotografía con su ojo artístico para capturar instantes. “Lo que más disfruto de la fotografía análoga es que realmente se la piensa. No es solo dar cientos de clicks para ver que fotografía salió mejor, aquí realmente te tomas tu tiempo y buscas ese instante, como debería de ser incluso ahora, nunca nos deberíamos olvidar de esas raíces”.
Con Cibo nada es convencional, eso incluye su armario que en su mayoría está lleno de prendas de los años ochenta de su madre, algunas de su padre y de su hermano. Ella no cree en un armario lleno de ropa ni en el gasto de ostentosas sumas de dinero en una prenda. “Lo que realmente importa es el estilo. Para mí, vestirme es una manera de sentirme bien conmigo misma además de expresar lo que siento. Incluso puedo ir vestida de negro todos los días y sentir que todos los días digo algo distinto. Siempre me gustó eso, recuerdo leer de pequeña Vogue e intentar seguir todos los tips al pie de la letra, era algo que más que verme, me hacía sentir bien”.
Mientras la escuchaba hablar sobre la importancia y lectura a los detalles que la envuelven de manera estética, física (y espacial!) me hace mucho sentido su proyecto de culminar con su tesis en arquitectura para viajar a realizar una especialización de escenografía en Berlín, donde también vive su hermano. Y quien sabe, si con el tiempo llegará a cumplir su sueño de trabajar en grandes producciones escenográficas como Game Of Thrones, claro 😉
Con los últimos sorbos de vino y otras pitadas de tabaco, mientras le tomaba algunas fotografías, sobresalía su naturalidad. En el movimiento de sus manos sobre su rostro, en sus ojos fuertes frente a la cámara y en sus risas amplias. Compartir un instante con Cibo es inspiración pura.
