17 Jun Un lugar para estar
Hace un poco más de dos meses, mi vida de barrio cambió en una forma que no esperaba. Un día, iba caminando por la calle Guangüiltagua y me encontré con un bar de barrio. Suena normal y nada extraordinario, pero en realidad no es tan común.
Me gusta Quito como ciudad, pero hay que admitirlo, está aún lejos de tener un estilo de vida cosmopolita, donde la gente pueda andar tranquila por las veredas, donde encontremos cafeterías en varias esquinas o lugares donde podamos simplemente sentarnos con un amigo y conversar. Por eso, cuando vi la entrada de una pequeña cervecería adornada con pallets y pizzaras, me emocioné y no supe si pedir una cerveza o preguntar por el dueño para conocer un poco más del lugar.
La Reserva, el nombre de este atractivo lugar de barrio, es un espacio para los que sólo pasan por ahí por curiosidad y para los que quieren realmente tomar una cerveza. Si llegan porque sí como yo, para pedir una cerveza, se darán cuenta que escoger toma su tiempo. El menú incluye una variedad extendida de cervezas artesanales, algunas ya conocidas como Andes, Java, Monkey’s Brew y otras más nuevas como La Morena, Sucre, Speck y Siete Cruces.
Desde siempre tengo un gusto particular por la cerveza, pero nunca he sido una experta en el tema. Al ver toda la variedad estaba algo perdida hasta que llegó Santiago Romero, el mentalizador de La Reserva. Apoyó sus manos en la barra y comenzó por explicarme sobre cada componente de sus cervezas. “Uno tiene que encontrar su cerveza, ahí es cuando realmente se la disfruta y se la comparte a gusto, y es justamente lo que buscamos en La Reserva”, me dijo, luego de preguntarle cuál es la mejor de todas las opciones de cervezas.
Con cerveza en mano hablamos sobre el lugar. Lo que es ahora, es algo que estuvo en su mente por más de dos años, cuando con su primo empezaron a elaborar su propia cerveza y a probar otras que estaban saliendo en el mercado. Entre todas la ya existentes no había la variedad que ellos habían creado. Fue ese momento en que surgió la idea: un espacio hecho por amigos para amigos con colaboraciones de Nathy Zurita y Andrés Jaramillo en el diseño y en la arquitectura del lugar.
La Reserva lleva poco tiempo abierta y siempre está llena de gente. Todos los días hay gente distinta, conversando, o que llega con la curiosidad de probar nuevas cervezas. Otros, en cambio, se entretienen mirando las fotografías que se exponen aquí. “La gente muchas veces solo quiere un lugar donde pasar y estar tranquilo sin tener que irse a la Zona o a los valles, por eso poco a poco nos empezamos a plantear planes futuros como crear espacios para conciertos”. La idea es crecer bajo la misma filosofía: Ser un lugar para estar.
HORARIOS DE LA RESERVA
MARTES A SÁBADOS DE 15H00 A 23H00