04 Oct HELADO NEGRO; ES UNA CUESTIÓN DE IDENTIDAD
Cuando salió el cartel del Carpazo yo fui de las personas que no sabía quién era Helado Negro. Hice lo que muchos, una respectiva búsqueda en youtube, en la que aparecieron miles de resultados pero hubo uno que desvió mi vista; un concierto de Tiny Desk (para los que no han visto estos videos son una joya musical se los recomiendo al 100%).
Sabía que si estaba en Tiny Desk me iba a gustar. Lo primero que se escucha es su guitarra, una voz gruesa y delicada a la vez diciendo “I feel invincible Without your wisdom…” Desde ahí sabía las horas que me vendrían escuchando su música, viendo sus videos y leyendo sobre tu trabajo. Es muy sencillo acurrucarse en sus sonidos, letras y carisma.
Llevaba varias semanas escuchándolo sin parar, su música cae bien en cualquier momento. Tiene esas melodías con las que sientes que todo irá bien y con las que te sientes protagonista de propia película (ya saben esa emoción). Con ese fanatismo que me cargó por él, ya se podrán imaginar la emoción que tuve al ver tocó en vivo para el desfile S/S18 de Del Pozo y más cuando me llegó el mail de la bella Ga Robles contándome que lo podría entrevistar.
Su nombre real es Roberto Carlos Lange, nació en Estados Unidos y sus padres son guayaquileños. Siempre estuvo rodeado de la comunidad latina con la que creció y con la que se involucró principalmente en el hip hop. Nunca supo que se iba a dedicar a la música, incluso estudió artes visuales. “Aprendí solo –dice Roberto- muy metido en mi espacio, mis pensamientos y experimentando”. Para él todo fue un proceso muy natural en el que se concentró solamente él, en lo que buscaba y sentía.
Desde ahí se desprende la identidad de su música. La influencia musical que ha recibido desde casa además de sus experiencias y emociones al ser un latino, no nacido en Latinoamérica. “Nunca hice las cosas por simplemente vender, para mi ha sido un proceso en el que he enfocado mi energía en tener tiempo privado para hacer algo mío”.
Es esta introspección la que ha desprendido canciones como Young, Latin and Proud o It’s my Brown Skin que tanto han conectado con su público. Su música es algo que vincula, tanto por mensaje y sonidos. Es una cuestión de crear con identidad, “para que la gente de conecte, se exprese y seamos naturales”. Roberto continúa viajando y dando a conocer la identidad que tanto lo define con esa mezcla de colores y ritmos musicales; se vendrán más proyectos y más conciertos que está trabajando constantemente.
Lo mejor de todo es que estará en Quito este 7 de octubre; no se están vendiendo las entradas, se las conseguirá por orden de llegada en el Wonderground.