11 Abr ¿Existen telas de moda en Ecuador?
Uno de los elementos más importantes de una colección, más allá de su inspiración y diseño, es la tela. Algo que aunque suena bastante obvio es una de las problemáticas más grandes para un diseñador local.
Para poner en contexto es importante conocer que la importación de tela, para proveedores, considera el 20% de arancel, 5% de salvaguardia más iva.
En lo que respecta a producto terminado, es decir ropa, actualmente se encuentra en el 10% de arancel, más 5.5 dólares por kilo y 15% de salvaguardia más iva. En resumen, esto implica que en la gran mayoría de casos es más económico importar producto terminado que realizar uno desde cero teniendo en cuenta la compra de tela, tiempo de diseño, producción, promoción, etc.
NOTA: Los valores son aproximados y promedios, ya que los valores cambian según composiciones de prenda y/o tela. También hay que considerar que estos valores irán cambiando según políticas estatales.
Entre varias consecuencias, esto ha conllevado a una baja oferta en el mercado de tela a escala local. Los diseñadores muchas veces no encuentran una variedad que les permita ejecutar con claridad sus colecciones y siempre corren el riesgo de adquirir la misma tela que otro diseñador. Además que la mayor cantidad de oferta en el mercado se encuentra en empresas que exigen grandes cantidades de metraje como un mínimo de compra lo que resulta completamente exorbitante para las necesidades del diseñador.
Esto quiere decir que nuestros diseñadores son un equivalente a pintores sin pintura, pero con la posibilidad de adquirirla si compran 20 litros cuando en realidad solo necesitan tres.
Ante este panorama hay que encontrar dentro de la misma crisis una solución. Es así que hemos llegado a tres propuestas en el mercado que se caracterizan por su propuesta de sublimado frente a la escasez de insumos.
Melissa Klein
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Diseñadora guayaquileña con más de diez de experiencia en el mercado. Ella ha trabajado pintando sobre tela y/o prenda, logrando personalizar diseños al máximo hasta trabajar con serigrafía y sublimado. Ella nos cuenta que en el caso de Guayaquil, las casas proveedoras de insumos por lo general son del mismo propietario. Es decir que las personas que escogen la materia prima a distribuir en una casa y otra son las mismas, lo que produce una oferta totalmente segmentada y sin variedad.
Melissa nos cuenta que frente a esto una las cosas que más la “chocaron” era realizar la inversión de una tela con diseño, que luego la veía implementada en la colección de otro diseñador totalmente opuesto a su propuesta. “Eso fue lo que me hizo decir, no va más” dice Melissa; desde entonces ha trabajado personalizando sus colecciones con técnicas de sublimado. “Aunque también es complicado encontrar un buen proveedor -dice Melissa- es una tranquilidad saber que puedo diseñar sin el riesgo de nadie tenga lo mismo que yo”.
Es bajo esta técnica que ha desarrollado sus últimas colecciones de trajes de baño y que también la han llevado a ser conferencista sobre técnicas de sublimado en diversos espacios de moda en Ecuador.
Juan Carlos Guamán
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Es un diseñador enfocado al segmente masculino y que hace poco realizó una colección en donde su ADN principal era el sublimado. Juan Carlos nos habló sobre la calidad de la tela para sublimado en el mercado y lo más crítico; el desconocimiento sobre composiciones desde las mismas casas proveedoras. Según comenta es muy frecuente el recibir ofertas que hablan de un porcentaje alto de algodón versus poliéster; pero que al momento de trabajar y hacer pruebas resultan totalmente lo contrario.
“Es un trabajo complicado poder encontrar un buen proveedor y poder confiar 100% en su oferta”. Sin embargo, nos cuenta, que el trabajo adicional que se crea no es representativo frente a la posibilidad de poder personalizar la marca.
Juan Carlos ha realizado colecciones que se han caracterizado 100% por la presencia de sublimado generando una propuesta muy identitaria además de exclusiva para el consumidor final. “Mis clientes saben que no hay otra prenda igual a la suya –dice Juan Carlos- y eso es un valor agregado tanto para cliente como para mi”. Ahora Juan Carlos se encuentra realizando una nueva colección que si bien no se caracterizará 100% por el sublimado, si lo implementará en detalles y accesorios que le den un hilo conductor además de continuar posicionando su propuesta en el mercado.
Insólito
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Esta es una marca que utiliza el sublimado como el ADN de su marca. Camila Burbano, una de sus fundadoras y diseñadora nos cuenta que la búsqueda de telas es algo de nunca acabar. En Insólito, por ejemplo no se han limitado por las tiendas de textiles de indumentaria, ya que también han trabajado con textiles de cuero para autos para cubrir sus necesidades en la confección de textiles para muebles.
Ella también nos cuenta que si bien han logrado generar productos que vayan con el ADN colorista de la marca también se han encontrado con dificultades al encontrar un buen proveedor de sublimado e incluso tintes de calidad. “Si bien al final logramos generar un producto de calidad para nuestros clientes –dice Camila- para nosotros esto significa que muchas veces invertimos el doble o triple de lo que normalmente cuesta comprar una tela”.
El sublimado requiere un trabajo amplio que va desde el diseño que se va implementar, su correcta digitalización hasta todo el proceso de pruebas de color. Y eso no significa que el trabajo ya está hecho, pues es muy probable que al realizar el chequeo final se encuentren varias fallas sobre la tela final; lo que quiere decir un “borra y va de nuevo, desde la compra de la tela”.
Estas son las perspectivas de tres propuestas locales que han encontrado en el sublimado la solución emergente frente a la escasez de tela, pero que también nos dejan algunas dudas y reflexiones. Por una parte tenemos diseñadores que no se conforman y que buscan soluciones que les permita generar una propuesta con identidad. Sin embargo dentro de los procesos que realizan, ellos todavía están expuestos a una serie de problemas como el que les vendan telas sin garantías de composición, pérdida de inversión en tela cuando su proveedor no desarrolla bien su trabajo y sobre todo el que el problema de raíz sigue sin resolverse.
A los problemas mencionados también está que en es caso de encontrar una oferta en la que se pueda adquirir un metraje bajo de tela se corre el riesgo de que el diseñador no pueda replicar los productos estrella de su colección, ya que la tela salió de una oferta limitada.
En resumen, la tela que puede ser considerada de moda en Ecuador está surgiendo gracias a las propuestas de los mismos diseñadores más no necesariamente del mercado de insumos. Algo que si bien es alentador al encontrar diseñadores innovadores por otra parte cuestiona a costa de qué surgen estas soluciones. Por ejemplo el uso del poliéster es crucial para implementar sublimado, pero a la vez es una composición que deberíamos evitar ya que viene de recursos no renovables y esa también es una responsabilidad como diseñadores y consumidores… sin embargo, para poder pensar en esto al menos se debería poder plantear una propuesta alterna que hasta el momento no existe en Ecuador, ni como oferta, ni como proceso investigativo de fibras orgánicas.
Aunque la problemática es evidente, eso también significa que las soluciones todavía son múltiples y que nos encontramos en un buen momento para plantearlas. Por ejemplo el diseño de textiles es una rama poco explorada como una profesión, y así mismo está el de poder producir telas localmente e incluso el hecho de desarrollar investigaciones mirando al futuro; este es un gran momento para plantear propuestas orgánicas en un país en el que contamos con los recursos naturales necesarios.
-¿Quién lo puede hacer?
-Nosotros mismos
-¿Cómo?
-Ensayando y equivocándonos. El camino no está hecho, pero lo bueno es que nosotros lo podemos construir desde cero….