Hace un tiempo visité a la Suerte en su casa en Sangolquí. Mientras iba en camino, pensaba lo lejos que queda su estancia de Quito, al menos para mí, acostumbrada a  vivir en esta ciudad toda la vida. Cuando llegué, cambió mi forma de ver esa lejanía. Realmente valía la pena. Todo ahí es magia y...