Sara Granja, influencia con sentido

El término influencer ha crecido y se ha posicionado en el ultimo año. Para muchos, esta palabra está directamente relacionada a la cantidad de seguidores que una persona tiene en redes sociales. Sin embargo, esta denominación viene del término influencia; el poder de influir, generar cambios, intervenir en acciones y/o aspectos que, incluso, van mucho más allá de lo digital.


Sara Granja, para muchos, por su cantidad de seguidores, estilo de vida y colaboraciones con marcas como Loccitane y Furla es una influencer. Sin embargo, es el sentido y el uso que le da a este impacto lo que realmente la está construyendo como un personaje de influencia.

Partiendo por conocer que Sara, más allá de su gusto por la moda, su belleza natural y vanidad; es una persona apasionada por el trabajo social. Esa es su profesión y lo que la ha movido desde hace algunos años. Ha trabajado en guarderías de orfanatos en la India y en proyectos enfocados en llevar educación a sectores vulnerables de Ecuador.

Al tener la oportunidad de conversar con ella y conocer su espacio; su sensibilidad es tangible en la honestidad de sus sonrisas y en la delicadeza de sus movimientos. Es una persona que está muy despierta sobre su ser y el “poder” que tiene al cercer como referente en redes sociales. “Nunca podría negar que me gusta la moda, crecer en instagram y que soy vanidosa; pero sobre todo soy trabajadora social. Necesito sentir que hago algo que aporte y que pueda generar cambios en temas sociales”.

Así nace This Shirt Does Right (link); un proyecto con el concepto de realizar una prenda con mensajes que expongan ciertas problemáticas de índole social, con el fin de recaudar fondos para distintas organizaciones, relacionadas a la causa.

Como muchos saben, llevar mensajes de categoría activista en prendas de vestir, especialmente en camisetas, es algo que se ha popularizado a partir desde la colección S/S 2017 de Dior. Algo que, al igual que el término influencer, se ha masificado al punto de transformarse en una acción de marketing más que en una causa como tal, ya que el hecho de producirla no necesariamente significa que representa los valores o acciones de muchas empresas.

Es muy importante reconocer hasta que punto una marca está montada en una ola de tendencias o si realmente está involucrada con la causa. Un ejemplo de esto es comprar prendas con mensajes feministas en tiendas de moda rápida en la que su producción estuvo a manos de cientos de miles de mujeres trabajando en circunstancias inhumanas. Esta falta de coherencia hace que estos mensajes pierdan todo el sentido del empoderamiento que en teoría se busca. Incluso el abuso de estas frases es tan recurrente, que se ha creado un término que lo define como “femvertising”.

Esto a urgido abordar estos temas desde la ética, buscando que el verdadero sentido y finalidad detrás de estas prendas sea el que brinda valor a las frases reproducidas en ellas. Es así que proyectos como los de This Shirt Does Right tienen un mensaje auténtico; en este caso, por destinar sus ganancias a organizaciones de fines de lucro. Para esto Sara, ha diseñado un formato en el que cada tres meses tiene planificado crear una camiseta en función a una temática de índole social o ambiental.

Su primera campaña está enfocada al empoderamiento femenino a través de la frase “Girls can´t what?” y donará sus ganancias a la organización Plan Internacional que se encuentra trabajando por brindar equidad de oportunidades a niñas afectadas por el terremoto del 2016, en Pedernales.

La aceptación de este modelo de camiseta ha sido muy buena tanto en ventas como en difusión orgánica. Sara se ha encargado de la investigación, producción, packaging y entregas, que son personalizadas.

“Yo me doy abasto como puedo” dice sobre la logística que demanda todo el proyecto. Para ella, el motor de todo está en el sentido y el fin detrás de cada camiseta. El verdadero valor de hacer algo que vaya más allá del número de seguidores y likes, una influencia que se traslada a interacciones reales y tangibles.